Ramas de un mismo árbol: Genealogías comparadas de Villalta, Araya, Guevara, Solís y Piza

 

Mauricio Meléndez Obando

 

En un país tan pequeño como Costa Rica y con una historia moderna que se inició, relativamente, hace poco (1561), no tiene nada de extraño que todos seamos primos –en un sentido amplio del término, por supuesto–, sin embargo, siempre sorprende que resulten ser familia personas con posiciones ideológicas radicalmente distintas y con historias de vida muy diferentes también.

Por eso llama la atención que los cinco candidatos a la presidencia con mayor intención de voto del electorado, de quienes EF preparó sus genealogías, resulten ser parientes. El vínculo común más cercano es por Castro; asimismo, todos, excepto Araya, descienden de los Mora de San José, ambas familias son muy representativas pues están hoy en todas las clases sociales del país y han producido gran cantidad de presidentes y altos funcionarios, además de infinidad de personajes de la cultura y las ciencias. Vea cuadro genealógico "Tronco más próximo de los cinco candidatos". No obstante, Araya sí tiene ascendencia Mora, pero el vínculo con sus oponentes por esta rama es mucho más lejano.

 

 

Por supuesto, al adentrarse en tiempos coloniales (antes de 1821), los candidatos comparten muchas más raíces y todos tienen como antepasados a varios de los conquistadores que arribaron a partir de 1561.

La familia Rodríguez de Castro –que luego se simplificó a Castro– fue fundada por el alférez castellano Juan Rodríguez de Castro, nacido en La Nava del Rey, en las montañas de Burgos. Llegó a Cartago en la última cuarta parte del siglo XVII y casó primero con doña Petronila de Arias y luego con doña Sebastiana de Aguirre, ambas criollas cartaginesas descendientes de los primeros pobladores hispanos del país.

Según cuenta el alférez en su testamento (1724), había sido heredero de unas casas y viñedos en La Nava del Rey, de la que serían herederos sus hijos pues aunque tuvo un único hermano, este se había ordenado fraile agustino y se fue de misionero a Filipinas.

El alférez tuvo una participación activa en los llamados valles de Barva y Aserrí, donde años después surgirían las villas de Heredia y San José; en estos lugares él y algunos de sus descendientes ocuparon cargos de cierta relevancia en tiempos coloniales; muchos otros se dedicaron a la agricultura o al comercio. Asimismo, con la expansión de la frontera agrícola, algunos se fueron ruralizando a partir del siglo XVIII.

La presencia de esta familia en el Valle Central se extendió ampliamente porque el alférez tuvo 11 hijos, de cuya mayoría quedó descendencia hasta el presente. Asimismo, algunos de los candidatos lo tienen varias veces como antepasado, pues en Costa Rica, hasta la década de 1950 fue relativamente frecuente el matrimonio entre parientes.

Entre los miembros más reconocidos de esta familia figuran el doctor José María Castro Madriz y su nieto Rafael Iglesias Castro, ambos presidentes de la República, Gregorio José Ramírez Castro, y muchos otros que no llevan ya el apellido; algunos de ellos son Juan Manuel Fernández Chacón, vicejefe de Estado, y los presidentes Bruno Carranza Ramírez, Próspero Fernández Oreamuno, José María Montealegre Fernández y Juan Bautista Quirós Segura.

Sobre la familia Castro, también se puede consultar en línea el artículo “Los Castro en Costa Rica” en Raíces, nacion.com.

Esta es una versión ampliada del artículo que publiqué en El Financiero (versión digital y en papel N° 956, del 27 de enero al 2 de febrero del 2014): “Cinco candidatos: ramas de un mismo árbol”. De esta publicación se tomaron la caricatura, de Alexánder Salazar, así como la ilustración del árbol de los Castro, también diseñada por Salazar.

 

 

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Mestizaje

Como en ningún otro lado del mundo, América Latina tiene una historia familiar tripartita, resultado del encuentro inicial de tres grandes grupos de culturas: las amerindias, las africanas y las españolas. Cada una de ellas, a su vez, llena de similitudes y diferencias.

De las relaciones iniciales entre estos grupos surgieron tres tipos básicos de mestizos: el que se ha llamado propiamente mestizo, o mestizo primario (procreado por español con india), el mulato (procreado por español con negra) y el zambo (procreado por india con negro).

De esta manera, la sociedad colonial se estructuró según el origen racial de las personas. Los españoles peninsulares y los nacidos en América (llamados después criollos) ocupaban la cúspide de la pirámide social. Luego seguían los caciques indígenas, que gozaban legalmente de los privilegios de los hijodalgos (aunque consta que a menudo no recibían el tratamiento de tales). Después los mestizos; los mulatos, pardos y negros libres; los zambos, y, finalmente, los esclavos (fueran estos negros o mulatos) –quienes ocupaban la base piramidal–.

Los indios formaban una república aparte, como vasallos del Rey de España, para quienes existían una serie de legislaciones especiales, las que muchas veces no pasaban de ser buenas intenciones pues algunas instituciones creadas por la corona (la encomienda, por ejemplo) sometía a los indígenas al abuso indiscriminado de los españoles.

Asimismo, el grupo de españoles no era del todo homogéneo, pues se dividió según el origen social del peninsular: en nobles (aquí estaban los propiamente nobles y los hidalgos) y plebeyos (o del pueblo llano).

 

 

Entonces, por supuesto, no extrañará que los cinco candidatos sean el resultado de la mezcla descrita. Descendientes de los conquistadores de Costa Rica y sus compañeras (indias, mestizas y españolas), de los esclavos de la época colonial y de posteriores oleadas de migrantes iberoamericanos, caribeños y europeos.

Entre los conquistadores de origen español comunes a los cinco candidatos destacan Cristóbal de Alfaro, Cristóbal de Chaves, Gómez Jaramillo, Juan Vázquez de Coronado, Pedro de la Portilla, Román Benito, Juan López de Ortega, Salvador de Torres y Juan Solano; además, todos, excepto Piza, también descienden de Matías de Palacios, Domingo Hernández, Juan de Acuña, Diego de Aguilar, Diego de Quesada, Alonso de Gutiérrez y Felipe Monge.

Descienden los cinco del sargento García Ramiro Corajo –hijo del conquistador Francisco Ramiro Corajo– y doña Juana de Vera Sotomayor (1596). Esta señora fue hija del capitán Luis Méndez de Sotomayor, que vincula a los aspirantes presidenciales –y al pueblo costarricense en general– con la realeza europea, pues descendía de Carlomagno, el rey Fernando III –de Castilla y León–, de Guillermo el Conquistador (rey normando que conquistó Inglaterra), el Cid Campeador (Rui Díaz de Vivar) y Rurik (fundador del estado ruso), entre otros.

Entonces, estas ascendencias vincularían a los candidatos –e insistimos a la mayoría de los ticos– con muchas de las casas reales europeas del pasado y del presente: Noruega, Inglaterra, España, Suecia, Hungría, Italia, Francia, Escocia, Polonia, Grecia, los antiguos estados alemanes y el Imperio de Constantinopla.

Algunas de las primeras compañeras españolas de los conquistadores fueron Isabel Arias Dávila (de origen judío sefardita y pariente del conquistador Pedrarias Dávila; fue esposa de Juan Vázquez de Coronado), Francisca de Zúñiga, Mayor de Benavides y Catalina de Ortega, entre otras.

En cuanto a la raíz africana, todos, excepto Piza, la tienen en su árbol genealógico, tres de ellos procedente de los negros esclavos traídos por los españoles durante el periodo colonial –Villalta, Araya y Guevara– y uno proveniente de los esclavos negros llevados al Caribe anglosajón –Solís–.

También los cinco candidatos, excepto Araya, tienen orígenes foráneos recientes, Villalta es hijo de madre hispanoperuana, Piza es hijo de española y bisnieto de panameño, Guevara es nieto de alemán austrohúngaro y bisnieto de colombiano y español, y Solís es nieto de jamaiquina. En cambio, Araya es criollo de pura cepa y por casi 300 años sus antepasados han estado en Costa Rica.

 

 

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Otras ascendencias

En la época colonial surgen familias que reflejan claramente las contradicciones de esas sociedades divididas sociorracialmente (nos referimos al uso histórico del término pues ya es bien sabido que raza humana solo es una).

Aunque en algunos trabajos de la genealogía tradicional encontramos “princesas” indias como antepasadas de los ticos, estas ramas son endebles pues no resisten un análisis documental profundo; así Dulcehé de Quepo (La Biriteca) y Francisca Correque son mitos de origen lamentablemente difundidos como verdades históricas en muchos trabajos poco fiables.

A diferencia de estos casos, Catalina Tuia –cuyo nombre castellano fue Catalina Pereira, posiblemente tomado del capitán Antonio Álvarez Pereira, encomendero original del pueblo indígena de Curridabat, de donde era ella– sí está en el árbol genealógico de casi todo costarricense con orígenes remotos en el Valle Central.

Esta india sirvió en casa de varios españoles de Cartago y tuvo, al menos, tres hijos mestizos. De dos de ellos (Gaspar de Rojas y Gabriel de Aguilar –o Espinosa–) desciende el 60% de los presidentes del país y posiblemente igual porcentaje o más de los 4,5 millones de ticos. Los cinco candidatos, excepto Rodolfo Piza, descienden de Catalina –incluso algunos varias veces–.

Catalina nació en Curridabat hacia 1585 y testó en Cartago, en 1658, cuando se necesitó intérprete pues no sabía hablar castellano.

En cuanto a familias afromestizas, Araya y Villalta proceden de la esclava parda Ana Cardoso (1649), amante del capitán Miguel Calvo, español criollo nacido en Cartago, con quien tuvo cinco hijos que dieron origen a infinidad de familias. Calvo fue el primer criollo cartaginés que reconoció en escritura pública (1715) a sus hijos mulatos habidos con una esclava.

Ana, quien también fue conocida como Ana Pereira, fue antepasada de los presidentes Rodrigo Carazo Odio, Luis Alberto Monge Álvarez y Óscar Arias Sánchez, y también de Antonio Álvarez Desanti, jefe de campaña de Araya; Rodrigo Bolaños Zamora, actual presidente del Banco Central; Manuel Obregón López, ministro de Cultura en ejercicio, y el músico Manuel Monestel.

En el caso de Guevara, encontramos varias líneas mulatas de la época colonial, pero su origen exacto no se pudo determinar; lo que es claro es que procedían de la mezcla de españoles con negros, pues son citados en la documentación como mulatos. Una de esas líneas (Chacón Santos) la comparte con el expresidente Óscar Arias Sánchez.

 

 

 

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Relaciones con el poder

Todos los aspirantes comparten raíces con la presidenta Laura Chinchilla Miranda, quien también proviene de los Castro y Mora de San José ya citados. Sin embargo, los vínculos entre los aspirantes y la presidenta son lejanos: por ejemplo, Josefa López Chacón (1789), quinta abuela de Solís, y María de Jesús López Chacón (1798), cuarta abuela de doña Laura, fueron hermanas. María Rita Rojas Mora (1730), quinta abuela de Otto Guevara, fue hermana de Gregorio Rojas Mora (1720), sexto abuelo de doña Laura. José Miguel Retana Aguilar (1767), sexto abuelo de Villalta, y Josefa Retana Aguilar (1774), quinta abuela de doña Laura, fueron hermanos. Miguel Solórzano Salas (1759), sexto abuelo de Araya, fue hermano de Lorenzo Solórzano Salas (1753), sexto abuelo de doña Laura. Francisco Mora Martínez (1685), sétimo abuelo de Piza, y Juan Mora Martínez (1700), sétimo abuelo de doña Laura, fueron hermanos.

De todos los candidatos, quien cuenta con mayores vínculos con las antiguas élites del siglo XIX es Rodolfo Piza, quien aunque no desciende de presidentes, sí de varias personas que fueron sobrinos de presidentes de la República: su bisabuela Emilia Chamorro Mora (1846-1922) fue sobrina de Juan Rafael Mora Porras, presidente de la República; su bisabuela Anita Durán de Vars (1875-1912) fue sobrina del presidente Dr. Carlos Durán Cartín; su tatarabuela Isolina de Vars Castillo fue sobrina de José María Montealegre Fernández, presidente, y Manuel Escalante Castillo (1839-1905) fue sobrino político de Juan Mora Fernández, primer jefe de Estado.

En el caso de Araya, Lorenza Soto Quesada (1838), su tatarabuela, fue hermana de Apolinar Soto Quesada (1827) y, por tanto, tía de Bernardo Soto Alfaro (1854), presidente de la República, y de Eloisa Soto Alfaro (1865), abuela paterna de Daniel Oduber Quirós, también presidente. Por supuesto, no se puede dejar de citar que Araya Monge es hijo de un exdiputado, sobrino de un expresidente y hermano de un exdiputado y excandidato presidencial.

José María Villalta tiene una relación muy lejana con el primer jefe de Estado, Juan Mora Fernández (1783-1854), quien fue primo hermano de Juan Chacón Fernández (1788), quinto abuelo de Villalta. Pero las de Otto Guevara y Luis Guillermo Solís serían aún más lejanas. María Rita Rojas Mora (1725), quinta abuela de Guevara, fue prima hermana de Camilo Mora Estrada (1720), abuelo paterno de Juan Mora Fernández; mientras, Antonio Cayetano Mora Barrantes (1785), sétimo abuelo de Solís, fue primo hermano del mismo Camilo Mora Estrada.

Sin embargo, Guevara es hijo de un exdiputado, nieto y bisnieto de diputados y gobernadores de Puntarenas, y sobrino nieto de otro diputado..


Otros parentescos

De entre los cinco candidatos, los que resultan ser parientes más próximos entre sí son Villalta y Araya, quienes descienden de Luis Vargas y Ramona Barrantes Castro –casaron en San José, 1824–: Araya es cuarto nieto de María Vargas Barrantes, y Villalta, cuarto nieto de Carlota Vargas Barrantes. De esta pareja desciende también Antonio Álvarez Desanti, excandidato presidencial y actual jefe de campaña de Araya.

Por otra parte, Villalta y Solís provienen de José Luis Solís Acosta y Josefa de Jesús Blanco Mora –casaron en San José, 1777–: Solís es cuarto nieto de Ramón Solís Blanco, y Villalta, quinto nieto de Francisca Solís Blanco. Aunque uno podría pensar que, entonces, el líder fundador del PAC, Ottón Solís Fallas, resultaría pariente también por su apellido paterno, no se pudo comprobar pues el cuarto abuelo de Ottón Solís, Jesús Solís Monge, fue “hijo natural” de Juana Monge; de hecho, él se casa como Jesús Monge, hijo de Juana Monge, en 1829, y no es sino años después que empieza a ser conocido como Jesús Solís, de seguro el apellido del padre, por ahora desconocido. No obstante, es pariente de ambos por otras ramas.

También hay parentesco entre Guevara y Villalta pues ambos provienen de Felipe Salazar y Cayetana Bustamante –casados hacia 1735–: Guevara es sexto nieto de María Antonia Salazar Bustamante, y Villalta es quinto nieto de Manuel Salazar Bustamante.

Villalta y Piza son parientes lejanos pues ambos descienden de Juan Fernández Martínez y su esposa, Cayetana de Acosta Arévalo –casados en Cartago, 1699; el primero es sétimo nieto de Manuel Felipe Fernández de Acosta, y Piza, sexto nieto de Pedro Nicolás Fernández de Acosta.

Si desea hacer un repaso de las genealogías individuales que se publicaron en El Financiero, a continuación brindamos los vínculos a esos artículos en elfinancierocr.com según el orden de aparición (las ediciones impresas correspondieron, respectivamente, 951, 952, 953, 954 y 955).

José María Villalta: Fusión criolla con acentos de España y Perú.

Otto Guevara: Raíces con piezas de Colombia y Europa

Johnny Araya: 300 años de antepasados ticos.

Luis Guillermo Solís: Raíces turrialbeñas con huellas afroantillanas

Rodolfo Piza: Orígenes centroamericanos con profundo arraigo en España